Hoy compartimos con ustedes un momento histórico: la votación en la legislatura porteña que finalmente aprobó nuestro nuevo nombre. Con esta decisión se reconoce y restituye oficialmente nuestra identidad, la cuál fue arrebatada por la dictadura militar del año 1955 (mal llamada "Revolución Libertadora"), después de tanto esfuerzo y lucha por parte de toda nuestra comunidad educativa.
A partir de ahora, llamame orgullosamente "Eva Duarte".